Los bosques entrañan un complejo desafío en términos de sus valoraciones: por una parte, constituyen una de las fuerzas motrices de la economía global y, por la otra, su papel ecológico es fundamental en términos de biodiversidad y protección de la atmósfera. En la actual crisis ambiental, los bosques han ganado creciente valoración pública, en tanto juegan un papel central como guardianes de la degradación ambiental: regulan los ciclos ambientales, incrementan la resiliencia de los territorios y capturan carbono, reduciendo los niveles mundiales de CO2.
Los valores de la naturaleza, y la naturaleza de las valoraciones, se inscriben en la creciente tensión entre capitalismo y naturaleza, expresada en la crisis climática, la contaminación y la pérdida de biodiversidad propias del Antropoceno. Nuestro punto de partida es que las distintas formas de valorizar los bosques – ambiental, económico, social, político, científico, simbólico– generan fricciones (Tsing, 2004). En tanto tal, los bosques son un caso paradigmático para abordar la pluralidad de modalidades de valoración de la naturaleza y para imaginar otros futuros posibles.
Esta investigación estudia los distintos modos de valoración que existen sobre los bosques en Chile, y cómo éstos revelan diferentes acomodos entre capitalismo y naturaleza. Nos preguntamos: ¿Qué modos de valoración ambiental, económica, científica, simbólica y territorial surgen en las disputas sobre los bosques, y cómo éstos revelan diferentes acomodos entre capitalismo y naturaleza (Skewes, 2019)?
Para abordar esta pregunta estudiamos las controversias empíricas sobre tres tipos de bosques: un bosque nativo de conservación, un renoval híbrido con altas presiones humanas, y una plantación forestal de monocultivo, en tres locaciones diferentes de Chile: Parque Nacional Alerce Costero (R. Los Ríos), Reserva Lago Peñuelas (R. Valparaíso) y una Plantación Forestal en Longaví (R. Maule). Evaluamos como diversos actores movilizan repertorios de valorización, y como justifican sus acciones. Específicamente, estudiamos los imaginarios de naturaleza, las regulaciones y las prácticas de cuidado y valorización de bosques que despliegan los actores involucrados,
Nuestro propósito es formar una mirada panorámica sobre las valoraciones de los bosques en Chile que permita entender mejor los acomodos entre capitalismo y naturaleza, y difundir conocimiento público para generar una cultura de conservación de los bosques más efectiva.
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Caracterizamos los imaginarios ambientales movilizados sobre los bosques en Chile, indagando en los principales actores involucrados, sus intereses, anclajes territoriales y valoraciones.
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Analizamos los procesos regulatorios y legales a partir de los cuales se definen las propiedades y usos de los bosques en Chile, atendiendo las distintas modalidades de cualificación y criterios de valor.
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Examinamos las distintas prácticas y operaciones de valoración que los actores involucrados - comunidades, Estado, empresas, ONGs y científicos – tienen de los bosques de Peñuelas, Alerce Costero y Longaví, explorando los instrumentos que permiten valorar los bosques, los usos de estos territorios y las controversias sobre
su conservación y/o explotación.
El concepto bosque viene del alemán “busch” y se refiere a ecosistemas complejos densamente poblados por árboles, arbustos y matorrales, donde cohabitan una diversidad de formas de vida silvestre, plantas, animales y humanos (Skewes, 2019). Su imaginario es originalmente europeo, caracterizado por el follaje, diversidad de arbustos y árboles frondosos – p.e. el bosque de Sherwood de Robin Hood. En Chile, los bosques suelen ser llamados como monte, selva o montaña, dependiendo del grado de domesticación y acceso. Mientras por selva los habitantes del sur de Chile se refieren a áreas boscosas apenas accesible, indómitas, por bosques suelen entender extensiones boscosas que son trabajadas y tienen propiedad (DiGiminiani, 2016). La selva, en este sentido, se entiende como un sector periférico para los humanos, una naturaleza salvaje sobre la cual se ejerce poco control sobre su crecimiento y regeneración (Descola 2013).
Desde las ciencias naturales – Ingeniería forestal, Biología, Ecología, Silvicultura – y la institucionalidad forestal – CONAF, INFOR – los bosques se catalogan de distintas maneras, considerando el tipo de especies que contienen y sus estados: bosques primarios (nativos), secundarios (renovales) o bosques artificiales (plantaciones). Existen además diversas categorías, como bosques prístinos, relictus, siempre-verde, fragmentados, sotobosque, esclerófilo, artificiales, templado-lluvioso, entre otras (Donoso y Otero, 2005; Donoso, González y Lara, 2014). Estas descripciones científicas aparentemente neutras, sin embargo, están cruzadas por una serie de controversias.
Existe una intensa controversia ontológica entre ambientalistas, sector forestal, científicos y comunidades sobre qué es un bosque y cómo estimar su valor, y sobre si las plantaciones de árboles exógenos, pinos y eucaliptos, son o no bosques. Una forma de abordar esta controversia es a partir de los servicios eco-sistémicos que aportan. Existe consenso sobre los aportes de los bosques nativos: absorben dióxido de carbono, regulan flujos hidrológicos, controlan la erosión, reproducen la biodiversidad, ofrecen paisajes de recreación y turismo, y proveen de hábitat vital, alimento y materias primas - madera, frutos y forraje – para humanos y animales (Skewes, 2019). Las plantaciones de monocultivo, en cambio, argumentan sus críticos, ofrecen servicios eco-sistémicos limitados: no tienen las capacidades regenerativas que caracterizan a los bosques nativos, no reproducen biodiversidad, erosionan suelos, secan valles. Desde la industria forestal, en cambio, consideran que las plantaciones si son bosques pues son “áreas verdes” que absorben dióxido de carbono y brindan “servicios ecosistémicos”.
Existe además una controversia sobre los imaginarios (Nesbitt & Weiner, 2001; Nuñez et al 2021) asociados a los bosques y como estos son enmarcados públicamente (Undurraga et al, 2022). Por un lado, la principal asociación gremial de la industria forestal (CORMA) presenta las plantaciones como bosques al calificarse a sí misma como “Bosques para Chile”. En línea similar, Forest Stewarship Council, la principal certificación de producción sustentable al que adhieren las grandes forestales (Arauco, CMPC), trata a bosques nativo y plantaciones de igual manera, refiriéndose a los servicios ecosistémicos que entregan los bosques (Massai, 2021). Por otro lado, para conservacionistas y algunos científicos las plantaciones de monocultivo no son bosques. Al contrario, son descritas por algunos como ‘desiertos verdes’ que secan valles, homogeneizan el paisaje, y cuyo imaginario de modelo forestal está en crisis: reproduce pobreza, es proclive a incendios y es poco sustentable ambiental y socialmente (Astorga y Burschel, 2020; Nazif, 2014).
Los bosques son también objeto de controversias sobre su valor territorial y propiedad, especialmente en la macro-zona sur, el territorio de ‘frontera’ (Klubock, 2014) del Biobío y la Araucanía, donde se ha desarrollado intensamente la industria forestal. La tensa relación entre las comunidades mapuche e industria forestal (Torres-Salinas et al., 2016) y la violencia asociada a las reivindicaciones territoriales (Di Giminiani, 2018) han escalado en años recientes.
En las ciencias sociales chilenas los bosques han sido estudiados desde la antropología (Skewes, 2019; DiGiminiani, 2016; Ceballos et al, 2012), la historia (Otero, 2006; Klubock, 2014; Camus, 2014, Correa, 2021); la geografía (Nuñez et al 2020; Aliste et al 2018; Nuñez et al 2021) y la conservación (Elizalde, 1970; Hora & Marchant, 2019; Serenari et al, 2016). Como camino complementario, estudiamos los bosques desde una sociología cultural y económica, como entidades naturales incrustadas en contextos históricamente condicionados.
Nuestro punto de partida no es el valor de los bosques como algo intrínseco, sino en cuanto resultado del despliegue de distintas modalidades de valoración. Estudiamos los procesos de valoración como una práctica social donde las propiedades del valor se configuran y articulan, y donde las preguntas sobre el valor y la valoración son empíricamente pesquisadas (Helgesson y Kjellberg, 2013).
Indagamos, primero, los imaginarios que diversos actores movilizan sobre los bosques, sus discursos y representaciones en medios. Segundo, estudiamos los procesos de regulación en torno a los bosques, atendiendo a cómo las leyes norman su uso, explotación y/o conservación. Tercero, estudiamos las prácticas de valoración a partir de las cuales los bosques son valorados, con foco en tres modalidades:
1. Valorización económica y uso comercial - plantaciones forestales, turismo de bosques nativos
2. Valoración ecológica movilizada por científicos, ONGs y el Estado – ej. servicios eco-sistémicos
3. Valoración ecológica movilizada por científicos, ONGs y el Estado – ej. servicios eco-sistémicos
Este proyecto se pregunta ¿Qué modos de valoración ambiental, económica, simbólica y territorial surgen en las disputas sobre los bosques, y cómo éstos revelan diferentes acomodos entre capitalismo y naturaleza? Para abordar esta pregunta estudiaremos las controversias empíricas sobre tres tipos de bosques: un bosque nativo de conservación, un renoval híbrido con altas presiones humanas, y una plantación forestal de monocultivo, en tres locaciones diferentes de Chile: Parque Nacional Alerce Costero (R. Los Ríos), Reserva Lago Peñuelas (R. Valparaíso) y Plantación Forestal Longaví (R. Maule).
Investigador Principal: Tomás Undurraga
Investigador Asociado: Tomás Ariztía
Este proyecto de investigación (2023-2027) estudia dos modalidades opuestas de desarrollo e implementación de tecnologías de generación energética limpia. Por una parte, estudiamos el desarrollo de la industria del H2 Verde en Magallanes - la promesa de un nuevo combustible verde que permitiría acelerar la transición energética y enfrentar las causas de la crisis climática. El H2 Verde ofrece la promesa del crecimiento económico, movilizando un imaginario sociotécnico que concilia el crecimiento económico, el desarrollo nacional y la transición hacia la descarbonización.
Por otra parte, estudiamos proyectos de generación comunitaria y local de biogás por medio de artefactos y prácticas cooperativas. Distribuida territorialmente y con menor espectacularidad, las distintas formas de generación comunitaria energética emergen como un tipo de intervención tecnológica que permite avanzar en formas de transformación socioambiental desde los territorios buscando conciliar y articular una transición energética desde abajo.
Investigador Principal: Tomás Ariztía
Investigador Asociado: Tomás Undurraga
Este proyecto busca investigar la crisis social del agua en tres territorios de la zona centro-sur de Chile que están siendo afectadas por la mega-sequía: Aconcagua, región de Valparaíso; Maule, región del Maule y Toltén, región de la Araucanía, relevando las múltiples dimensiones (socioculturales, de género, económicas y regulatorias) y las distintas escalas (local, provincial y regional).
Somos un grupo multidisciplinario que quiere abrir una discusión respecto al futuro del agua en Chile y las encrucijadas y alternativas en un contexto de mega sequía en la zona centro-sur. Desde aproximaciones disciplinares diversas y experiencias entorno al agua tanto institucionales como territoriales, analizando los caminos que se abren en el contexto de la crisis social del agua en el país.
Investigador Principal: Paola Bolados
Investigadores Asociados: Tatiana Celume, Octavio Avendaño, Verónica Gomez, Tomás Undurraga
Este proyecto examinó cómo se produce conocimiento experto sobre el manejo de bosques, la prevención de incendios forestales y el cuidado del medioambiente entre las regiones de O’Higgins y Los Lagos.
En particular, estudiamos el papel de dos tipos de expertos – de producción forestal y de conservación - y cómo diversos actores se articulan en la red de bosques en Chile. Particularmente, pesquisamos cómo los incendios han afectado las maneras de conocer y valorizar los bosques, y qué cambios han producido en expertos y comunidades.
Investigador responsable: Tomás Undurraga
En este proyecto analizamos cómo las sociedades europeas y latinoamericanas están afrontando los desafíos económicos, políticos y ambientales del capitalismo contemporáneo. En concreto, analizamos la transformación de tres dimensiones claves donde se construye la economía del futuro: 1) la transformación de la esfera económica pública; 2) la transformación de los procesos de formulación de políticas; y 3) la transformación del Estado.
Investigadores Responsables: Aldo Madariaga,
Jens Beckert
Investigadores Asociados: Jorge Atria, Felipe González, Mayarí Castillo, Cristóbal Rovira, Tomás Undurraga, Lucio Baccaro, Lisa Suckert, Leon Wansleben, Timur Ergen
Este proyecto examinó la producción de conocimiento científico en Chile, indagando cómo los procesos científicos producen resultados, cómo estos procesos surgen desde el interior de distintas culturas epistémicas, y cómo estas culturas epistémicas se ven afectadas por la regulación institucional de la política científica.
Investigamos cómo se produce ciencia en un Centro Interdisciplinario sobre ciencias del clima, indagando en la relación entre las culturas epistémicas, la materialidad de las herramientas de investigación y las instituciones científicas que gobiernan la producción de conocimiento.
Este proyecto examinó la instalación de un paradigma único en la formación de los economistas en el sistema universitario chileno (1973-1983). A partir de entrevistas con economistas de diversas generaciones, y del examen acucioso del currículo de cursos con que se forman los economistas en las principales universidades del país, indagamos en la transformación de la forma como se enseña la economía en Chile, y sus efectos en la producción de la economía como realidad. Este proyecto recibió ayuda de un fondo interno de la UAH y de un Mini-COES.
Investigadores Responsable: Manuel Gárate, Nicolás Grau y Tomás Undurraga
El proyecto “Economía en la esfera pública” (ECONPUBLIC) fue un estudio histórico y sociológico de la comunicación del conocimiento económico. El proyecto fue liderado por Tiago Mata y se desarrolló entre 2012 y 2016, con sede en el University College London y en la Universidad de Cambridge. Un equipo de investigadores estudió las prácticas y culturas del periodismo económico desde 1945 en cinco países: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Argentina y Brasil. El proyecto estudió las redacciones como sitios para la producción de conocimiento económico y en sus escritos integró conocimientos de los estudios de la ciencia, los estudios de comunicación, la sociología económica y la historia de la economía política.
En el marco de una investigación post-doctoral, estudiamos el papel de la prensa económica en la producción de la economía en Brasil, examinado la producción y circulación de conocimiento relación entre periodistas, economistas y público lego, en las salas de prensa de Valor Económico y Globo.
Investigador Responsable: Tiago Mata
Investigador Principal
Co-Investigador
socialesehistoria.udp.cl/?persona=tomas-andres-ariztia-larrain
Investigador
Duration:
2023 – 2027
Project number: 1230291
Project funded by the National Research Agency (ANID)